Rompecabezas.

Aprender siempre es una tarea difícil. Nos obliga a entender, reflexionar, corregir y hasta disfrutar de las vicisitudes que no son mas que oportunidades de crecimiento.

Un año atrás (¿Parece mucho no?) me encontraba en un período de cambio total en mi vida. Todo lo que creía conocer había cambiado rotundamente. Nada era igual. Era un limbo profundo por el que sabía que tenía que pasar para seguir creciendo, esta vez sin influencias externas a lo que realmente soy. No siempre lo que quieres es lo que realmente te conviene y la vida, o como gusten llamarle, se encarga de mostrarte todo lo que necesitas aprender para llegar a completar tu plan. Ese que traías cuando decidiste vivir y ser TU.

El rompecabezas no se completa cuando lo armas, sino cuando te obsesionas con terminarlo (de ahí su nombre) en lugar de disfrutar formándolo. La vida fluye quieras o no. Todo sucede cuando está previsto estés de acuerdo o no. No hay nada ni siquiera que debamos entender o no. Todo cuanto hay que hacer es: VIVIR, que es sinónimo de aprender.

Hoy vivo una vida libre de culpables e inocentes, de reproches y fantasmas, de mejores y peores, de quien hizo o dejó de hacer, de que fui y que seré, de con quien o sin quien, de sin mi o conmigo. Han quedado atrás: La competencia por vivir la mejor vida, el interés por tener la razón, el imponer formas de parecer, el criticar puntos de vistas diferentes, el "estrujarle al mundo en la cara" que están equivocados, el defender mis puntos de vista, el atacar al que me ataca, el criticar al que no hace lo que yo creo, el clasificar a las personas, el creer en las injusticias, el teorizar y no hacer.

Hoy estoy mas conmigo que antes y menos perdido dentro de ser parte de la gente.

Hoy soy yo.